1) SIEMPRE HAY MAS DE UNA MANERA

SIEMPRE HAY MÁS DE UNA MANERA

Estaban los estudiantes en una clase de ciencias, donde el profesor, un tipo gordito y con cara de pocos amigos quería que abrieran sus mente y miraran las cosas (como solía decir) desde afuera del cubo. Algunos alumnos, más desganados que otros, seguían aquella clase solamente para poder mantener sus notas, aunque había ciertos de ellos que ponían interés en el aprendizaje. El profesor tenía en su mano un barómetro antiguo que lo movía provocativamente y calmadamente dijo:

- Quiero que me digan la altura de este edificio usando este barómetro.

Al momento, saltó uno de los aburridos diciendo que un barómetro se usaba para medir la presión atmosférica y no para tomar medidas. El profesor, sacando barriga, dijo que esa no era la respuesta y siguió insistiendo de que le dijeran como medir el edificio con el susodicho barómetro. No había escapatoria y las mentes comenzaban a pensar "fuera del cubo" como era la intención del profesor.

2) EL CONQUISTADOR

EL CONQUISTADOR

Era una reunión de puros hombres... y que íbamos a hablar si no era de mujeres. La conversación iba y venía y cada cual traía recuerdos de conquistas pasadas. Una manera de mantenerse vivo con historias que casi siempre ponían al que la contaba como un héroe en la materia o lo dejaba en ridículo.

- ¿Y usted que viajo tanto por el mundo... como hacía una conquista cuando no hablaba el idioma del país?

Una buena pregunta que el mencionado tendría que contestar con algo creíble.

- Bueno... le paso a explicar un acontecimiento que creo podrán disfrutar:   

Había llegado yo a la ciudad de Seal Beach, en California, y no hablaba una palabra de inglés. En mi paso por México, conocí a Frank que era un norteamericano que hablaba español y me había ofrecido alojamiento en su casa cuando llegara a Seal Beach. Frank era hijo de padre estadounidense y madre mexicana la que le había impuesto su idioma "casi a la fuerza" decía Frank; que lo dominaba perfectamente.

3) REPORTE DE UN EXTRATERRESTRE

REPORTE DE UN EXTRATERRESTRE:

Fecha: Año 6010

Lugar: Planeta Tierra

Para: Director General del planeta Osborno

Llegamos hoy en nuestra nave espacial a cumplir con la misión impuesta.

Osbornizamos en un lugar remoto para no llamar la atención, y cubrimos nuestra nave con la carpeta de invisibilidad. Nos transformamos usando nuestra tecnología para lucir como ellos y poder movilizarnos sin ser descubiertos. 

Los habitantes de este planeta se hacen llamar seres humanos, caminan en dos piernas como nosotros, y tienen dos brazos con sus respetivas manos al igual que nosotros. Sus facciones son diferentes, tienen cara del tipo ovalada, con dos ojos como sistema de visión dos huecos que determinan el olfato y una cavidad que llaman boca por donde ingieren diferentes cosas a las que llaman alimentos. Caminan de un lado al otro, siempre apurados para tratar de conseguir unos papelitos a los que llaman dinero y que lo usan para cambiarlo por todo lo que necesiten y también por cosas que ni siquiera saben usarlas.

4) LIBERTAD

LIBERTAD

Raúl, Carlos y Manuel eran tres hermanos nacidos en Cuba, se criaron allí en un sistema que ellos describían como carcelario, ya que no tenían la opción de salir a buscar las oportunidades que siempre habían soñado. Hablaban muy en secreto con otros amigos que opinaban lo mismo que ellos, siempre con el miedo que alguien los escuchara y denunciara su manera de pensar. Ahí, no se podía pensar diferente a aquellos que apoyaban el régimen castrista que había llevado el país y a sus habitantes a la ruina. Las personas estaban condenadas a no tener ambición y los tres hermanos veían que estaban rodeado de conformistas. La vida se había hecho una costumbre y cualquier sueño era truncado por la rigidez del gobierno de Castro y cualquier soñador, podría terminar en el paredón y con plomo en su cuerpo.

Raúl, Carlos y Manuel, siempre conversaban en encontrar la solución y marcharse de la isla con rumbo a los Estados unidos, donde sabían que si tocaban tierra antes de que los detuviera la guardia costera, tendrían derecho a quedarse residiendo en el país. Por otro lado, si los Guarda Costas norteamericanos los agarraban antes de desembarcar, los deportarían nuevamente a Cuba donde tendrían que enfrentar castigos de desertores y hasta una posible muerte.

5) LAS VUELTAS DE LA VIDA

LAS VUELTAS DE LA VIDA:

Marta tenía 42 años y Juan 50, cuando Marta quedó embarazada. Ya tenían 20 años de casados y la vida no le había dado hijos, por lo cual estaban al borde del delirio, en el buen sentido de la palabra. El Doctor Porfido, ginecólogo de Marta, le hizo todos los exámenes que confirmaron su embarazo que ya estaba de dos meses. Juan estaba preocupado tanto por Marta como con el futuro miembro de la familia, y su preocupación se basaba en la edad de Marta y en que el bebé llegara al mundo saludable.

El Doctor Porfido le hizo varias ecografías cuando ya tenía tres mese de embarazo y según él, todo se veía normal. Juan insistía preguntándole si esos exámenes eran del todo seguro y el médico le decía que sí lo eran. Así seguían pasando los meses, el vientre de Marta se abultaba con el tiempo y ella no podía contener la alegría de tener un hijo, y no veía la hora de su nacimiento. Juan seguía insistiendo con más pruebas y el médico le realizó otras ecografías afirmándole a Juan que todo estaba normal. Juan era un tipo nervioso y ya le había dicho a Porfido que si el niño venía mal él no lo quería. Porfido, lo calmaba repitiéndole su opinión y solo quedaba esperar.

6) DECISIONES

DECISIONES:

Rebeca era la hermosa hija de la familia Levitz, de origen judío y que vivían en Carrasco, un barrio de personas pudientes en la ciudad de Montevideo. Al lado de su casa vivía Rodrigo, un muchacho criado por su abuela por haber perdido a sus padres a corta edad.

Rebeca y Rodrigo, eran amigos desde siempre, ya que se criaron juntos, jugaban de niños y hasta fueron juntos a la universidad. No se podía negar que los dos se gustaban aunque los padres de ella se oponían a que su hija se casara con un cristiano, y menos con Rodrigo que había optado por estar a la moda de los hippies, con cabello largo, ropa demasiado sport, sandalias hasta en pleno invierno y un protestador constante por la paz del mundo. Quería ser periodista y algunas veces le publicaban artículos políticos denunciando cualquier irregularidad del gobierno de turno sin temor a las consecuencias y basado en el derecho a la libre expresión. Los padres de Rebeca, lo habían bautizado como "defensor de las causas perdidas" cosa que molestaba a su hija, pero sin poder decir o salir demasiado en la defensa de Rodrigo. Sus padres eran extremadamente estrictos e infundían un respeto casi anormal en su hija que era demasiado pacífica y tranquila para protestar por lo que ella consideraría justo.

7) UN POCO DE IMAGINACION

Esto es un cuento que lo menciono en mi libro "El Secreto de las Innovaciones" y también en charlas que he dado al respeto. Para decir verdad no sé si me lo inventé o lo escuché de alguien. Si es de otro que me perdone, por usarlo... me pareció muy bueno.  

UN POCO DE IMAGINACION:

Fernando iba guiando su nuevo automóvil sport de dos plazas, en una tormenta de lluvia y al acercarse a la parada de ómnibus vio a Roberto, el que había sido su mejor profesor en la universidad en espera del autobús.

A su lado se encontraba una señora muy de edad a la que su profesor estaba atendiendo porque aparentemente se encontraba en muy mal estado de salud. Junto a ellos, estaba una encantadora mujer que Fernando había estado cortejando y con la cual no llegaba a nada. Él se daba cuenta que existía una química entre los dos pero faltaba el momento de que pudieran conversar más.

Fernando pensó en detener su automóvil y ofrecerse para llevar a su profesor a destino, pero también pensó en cómo hacer para aprovechar y llevar a la que él estaba perdidamente enamorado. Por otra parte, estaba el problema de la señora que muy probablemente, necesitaría ayuda médica. Su automóvil de dos puestos no le daba la oportunidad de llevar a todos a la vez y se devanaba los sesos buscando una solución al problema hasta que su imaginación se la daba más fácil que lo que él mismo creía.

8) LAS GOTAS DE LLUVIA

LAS GOTAS DE LA LLUVIA:

Las gotas de la lluvia, golpeaban en la ventana como pico de pájaro carpintero en el tronco de un árbol. El ruido se hacía insoportable y Samuel lo relacionaba con el mismo sonido de las ametralladoras que en aquella batalla lo habían dejado confiscado a su silla de ruedas. Por su mente pasaban aquellos momentos en que muchos de sus compañeros del batallón 17 de los "Boinas Verdes" habían muerto donde él quedó mal herido abandonado a su destino. Recordaba vagamente la figura del soldado que estaba a su lado y el helicóptero de rescate que entre sueños lo llevó a lugar seguro.

Estas memorias, formaban ríos de agua en sus ojos, pensando en tantos compañeros muertos y mitigaban el dolor de su propia desgracia. Estaba vivo, y era una verdadera suerte que así fuera. De un grupo de 10 "Boinas Verdes" solamente tres habían salvado la vida, y uno de esos era él.

Samuel se reunía con Oscar y Luis, los otros dos sobrevivientes, pero habían decidido nunca tocar el tema de la guerra tratando de olvidar aquel fatídico día, aunque cada uno de ellos lo llevaría grabado en su alma hasta el último momento de su existencia. Oscar y Luis no se veían afectados físicamente como Samuel, pero sí emocionalmente ya que después de los hechos estuvieron en manos de psiquiatras por mucho tiempo. Samuel, fue más fuerte y resolvió imponerse a su invalidez y aprovechar de hacer con su vida algo provechoso. Se dio cuenta de que lo único que le quedaba eran sus acciones y solamente podría manejar su actitud futura y así lo hizo.

9) EL CAMINO DE LA VIDA

EL CAMINO DE LA VIDA:

Pedro acaba de morir y se siente elevado, livianito para el viaje en que no necesita nada de equipaje. No vio ni la luz que todos los que resucitaron dicen que ven, ni a nadie que lo esté esperando en la nueva estación completamente  desconocida. Después de un leve aterrizaje sus pies tocaron un piso sin sentirlo y se dio cuenta que estaba respirando un aire más puro que el que había dejado atrás en su llamado planeta. 

La estación estaba desolada, pero Pedro se sentía acompañado y libre de los dolores que lo llevaron a desear la muerte que ahora enfrentaba y la verdad era, que experimentaba una sensación de alivio absolutamente fantástica.  Miraba un poco desconcertado buscando a un tal San Pedro que le habían dicho le abriría las puertas del cielo. Aunque se sentía un poco desilusionado de no haber visto aquella luz que creía tenía que ver, pensó que en su gravedad la había pasado por alto. Se encontraba frente a un camino que estaba iluminado pero aunque buscaba el sol, no lo encontraba. La iluminación provenía de rayos cruzados que titilaban sobre su cabeza sin ninguna fuente que estuviera visible.

El camino estaba marcado con dos carteles... en uno estaba escrita la palabra "Muerte" y en el otro la palabra "Vida". Lo que confundía a Pedro era que el que estaba marcado con la palabra "Muerte" era el que él había llegado y dejado atrás y el que tenía escrita la palabra "Vida" era el que lo invitaba a seguir. Se sentía tan bien, que de ninguna manera quería volver atrás por el camino que había dejado y que le traían los recuerdos de sus últimos sufrimientos. Lentamente, se fue adentrando en el camino "Vida", sin sentir cansancio, hambre o sed, y buscando a su tocayo San Pedro del que tanto le habían hablado. Sus pies descalzos no tenían los dolores de antes y su cuerpo tampoco... esto le animaba a seguir su tan ansiada búsqueda. Se dio cuenta de que estaba en un lugar sin tiempo... la luz   era siempre la misma, no había noche ni oscuridad que pudieran marcar días, horas o minutos.

Siguió su camino y encontró a un niño de unos diez años que lo saludó. Pedro preguntó: - ¿Quién eres?...

10) A ORILLAS DEL MAR Y EL RIO

A ORILLAS DEL MAR Y EL RIO:

El Viky estaba en el puerto del Buceo en Montevideo, arrimado al muelle y por su vejes y la falta de mantenimiento ya no podría salir más nunca a navegar. Como para hacer pareja con el barco, Don José, un viejo tan viejo o más que el Viky, vivía dentro de él. Todos los pescadores conocían a Don José y tenían casi un convenio con el anciano. Ellos aportaban algún pescado y una damajuana de vino barato, y Don José preparaba un guiso cada día del año para los pescadores en una rueda en la cubierta del Viky, animada de cuentos del mar y anécdotas que circulaban casi como verdades legítimas que con el tiempo se agrandaban según quien las contara.

Don José lo hacía con gusto, porque él mismo fue pescador toda su vida hasta que el peso de los años le prohibió serlo. Se conformaba con vivir cerca de aquél mar mezclado con río que no solo lo había visto nacer, si no que le permitió comer todos los días y aún se lo permitía. Cuando alguien le preguntaba a Don José que comida le gustaba, el repetía la palabra "abundante" que todos esperaban. Las bromas eran diversas y hasta le buscaban las escamas al viejo diciéndole que con tanto pescado ya se le tendrían que ir notando.

11) LA GUINDA

LA GUINDA:

Estábamos jugando en la calle, al fútbol con una pelota hecha de dos medias viejas rellenas de pasto pues no teníamos dinero como para comprar la guinda, que era aquella pelota de goma soñada y que se exhibía en uno de los escaparates de la ferretería de la esquina.

"Don Villa" "Cuánto cuesta la Guinda?" le preguntábamos todos los días al dueño de la tienda para ver si se ablandaba y nos rebajaba el precio, pero desgraciadamente, él se sabía el precio de memoria y nunca cambiaba. "Don Villa" "¿Cuánto cuesta la Guinda?"

"No me rompan más mis guindas" decía Don Villa ya cansado de la diaria pregunta.

Un día al Beto le regalaron plata para su cumpleaños y nos dijo que la donaba para comprar la guinda que tanto dragoneábamos en la tienda de Don Villa. Pero la cantidad no llegaba ni a la mitad del precio de la deseada pelota.

12) WILSON

WILSON:

Estábamos reunido hablando de predicciones y cosas no tangibles que con mi manera incrédula de pensar siempre me parecieron ridículas y lo había tomado como simples historias contadas para entretener. Sin embargo, dije, me pasó algo que aunque es muy difícil de explicar lo pude vivir en carne propia y me dejó pensando en la posibilidad de algo existente que mi mente nunca alcanzó a admitirlo.

Cuente... me dijeron y me acomodé en mi silla para comenzar ese incomprensible relato:

Ustedes recordarán que recorrí parte del mundo en una vieja motocicleta.

Todo comenzó en Río de Janeiro, donde estaba pasando hambre por falta de dinero. Yo solía viajar a Brasil con muy poca cosa y el tiempo se me había hecho más largo de lo previsto. En uno de mis arranques eufóricos, decidí salir a recorrer el mundo en mi Indian Chief de 1947. Esto era en el año 1964 y comencé a pintar letras en los guardabarros de la Indian anunciando "Vuelta al mundo" en varios idiomas. Allí llegó mi amigo Manuel y al leer aquello y ver mi decisión tomada, me dijo si estaba loco de tratar de hacer un viaje sin dinero. Mi contestación a su pregunta fue que ahí, no tenía dinero y no iba a ser diferente si viajaba sin él a otras partes del mundo que quería conocer. Manuel, pensó un poco y me pidió si podía acompañarme en la aventura.

Traté de hacerle ver que no iba a ser nada fácil y que lo pensara muy bien... si él estaba seguro que aguantaría el sacrificio de viajar sin dinero, yo lo llevaría conmigo. Su respuesta fue afirmativa, con la condición que visitáramos a su amigo Wilson, que según él era un clarividente.

Lógicamente, mi pregunta fue porqué Wilson?

13) EL ÑATO

EL ÑATO

Ya había escrito y publicado nueve libros escritos en prosa y uno "Un Nuevo Martín Fierro" en versos, cuando un amigo también escritor me preguntó porqué no hacía algo con mis poesías que ya habían publicado en España y en Argentina. También le interesaba saber de donde había nacido esa vena poética que a él le agradaba tanto.

Bueno... creo que eso comenzó desde pequeño y que estaba ligada a mi gran amigo... el Ñato.

Y esta es la historia:

Doña Claudia Álvarez era una mujer madura, trabajadora, dulce y a sus años seguía estando soltera. Era extremadamente pobre y nunca tenía tiempo de socializar o reunirse con gente de su edad ni de asistir a fiestas, a no ser las que una vez por año hacían sus vecinos. Trabajaba lavando y planchando ropa para los que podían darse el lujo de pagar por sus servicios y había aprendido a vivir con lo justo como para pagar el alquiler de su modesta pieza y poder comer.   Por demás está decir que era querida y apreciada por el vecindario de aquél callejón ya que siempre estaba dispuesta a ayudar a cualquiera que se viera necesitado.

Una fría noche de invierno, fue despertada por el llanto de lo que parecía un bebé y aquel llanto se escuchaba a través de la desvencijada puerta de su modesto cuarto. Rápidamente la abrió, y se encontró con una canasta de mimbre en donde envuelto en una sucia manta se encontraba un hermoso bebé, al parecer recién nacido. Por alguna razón desconocida lo habían abandonado junto a su puerta. Sin pensarlo, tomó aquella canasta con sumo cuidado y entró con la decisión de ayudarlo a calmar su llanto. Mojando uno de sus dedos en leche, lo arrimaba a la boca del niño y él dejaba de llorar buscando más... Sin lugar a dudas, tenía hambre. Al amanecer, pidió a la niña de su vecina que se quedara al lado del bebé y ella fue a la farmacia tratando de adquirir por lo menos un biberón para alimentar a aquel desvalido recién nacido.

14) BROMAS PESADAS

El hombre estaba cenando en un restaurante de Coral Gables en el estado de la Florida, y repentinamente sintió un toque en su hombro derecho. Otro cliente del restaurante que estaba sentado a sus espaldas le había llamado la atención  con el deseo de hablar con él.

- Usted es Rodrigo?

- Sí... lo soy...

- Es que lo he reconocido por su vos. Yo soy Alcides y he trabajado para usted en Uruguay antes de que emigrara a los Estados Unido. Inclusive lo había escuchado hablar en las puertas del café "La Vía" sobre lo bien que se vivía en  este país un día antes de que se embarcara. 

A Rodrigo le parecía imposible que alguien describiera todo esto con tanto detalle y le vino a su memoria los tiempos de aquel taller donde se reparaban manómetros para el suministro de oxígeno de los hospitales de Montevideo. Al momento recordó a su socio Juan, y lo primero que hizo fue preguntarla a Alcides si sabía algo de él.

Página 1 de 1, en total 14 entradas