15) MEXICO

Los caminos mejoraron, estuvimos un par de días en Veracruz donde conocimos a Majeski, un jugador de fútbol uruguayo que estaba jugando en México y gentilmente nos ofreció su casa. Después seguimos con destino al Distrito Federal, o sea a la capital del país. Ni bien entramos nos paró un oficial de policía que guiaba una flamante Harley Davison. Nos detuvo solamente por la curiosidad de ver aquella vieja motocicleta Indian con placa de Montevideo. Nos invitó a tomar un refresco y después nos dijo que lo siguiéramos, que nos quería presentar a sus compañeros de la Policía Motorizada. Llegamos al cuartel, fuimos presentados al comandante y nos ofrecieron alojamiento. 400 motocicletas Harleys que salían en escuadrones de 20 oficiales y un comandante. Cada escuadrón nos invitaba a desayunar y nos volvimos parte de esa familia. Pensé que la Indian se sentiría cohibida ante tanta máquina nueva, pero también pensé que se sentiría orgullosa de que era la que tenía más kilómetros hechos.

Estaba buscando a un radio-aficionado para tratar de comunicarme con mi familia, como otras veces lo había hecho y uno de los oficiales me dio un número de teléfono de uno de ellos. Lo llamé, me dio su dirección y allí estuvimos. Era en el Pedregal de San Ángel, un lugar muy exclusivo de la ciudad. Al arribar a la dirección indicada, un simpático personaje nos abrió los portones de una lujosa mansión y se presentó como Gaspar Henaine.

Entramos y nos vimos en un lujoso cuarto dedicado a su equipo de radio.

- "Como verán este es mi lugar favorito"... dijo Gaspar.

- "Sí... lo vemos, también vemos que tiene muchos trofeos"

- "Se los debo a mi profesión... soy artista de cine y televisión... mi nombre es Henaine pero se me conoce como Capulina.

- "Claro...con razón se nos hacía cara conocida" dije.

Este artista era lo máximo del momento en programas para niños y había llegado a tener mucho éxito. Con la ayuda de Gaspar y de radio-aficionados en Montevideo, me conecté con mis padres y pudimos charlar un rato.

Cuando llegó el momento de partir hacia Guadalajara, los amigos del escuadrón me obsequiaron un uniforme completo para que lo llevara como recuerdo. Además se comunicaron con la Motorizada de Guadalajara para pedirles que nos ayudaran con alojamiento y lo que necesitáramos.

Estábamos entrando en la ciudad y comencé a escuchar un "clac...clac" en el motor de la Indian. Sin lugar a dudas era, como se dice comúnmente un metal fundido. Sabía que si detenía el motor no lo podría poner nuevamente en marcha. Traté de llevarlo suave para poder llegar a la dirección de la Policía Motorizada y lo logré. Increíblemente nos estaban esperando. Nos alojamos en su cuartel y al otro día ya estaba en su gran taller desarmando el motor de la lisiada Indian. Como lo había pensado uno de los muñones de biela estaba fundido y lo tendría que cambiar. El problema era conseguir la parte. En Guadalajara no existía y los amigos de la Motorizada me dijeron de ir a la ciudad de México para tratar de encontrarla allí. También me ayudaron con un pasaje en ómnibus de ida y vuelta y llamando al cuartel del Distrito Federal para que me ayudaran a encontrar la parte que necesitaba.

Así partí con la esperanza de poder solucionar el problema de mi compañera... mi querida Indian