MONTEVIDEO - RÍO DE JANEIRO
Había salido de Montevideo rumbo a Río de Janeiro, sin dinero, pero con una caja de calentadores S.U.N. encima del tanque de la motocicleta, que iría vendiendo por el camino. Eso me daría lo necesario para comprar gasolina para la Indian y poder comer algo de vez en cuando. En aquel tiempo era más importante la gasolina que la comida y siempre respetaba esa parte que sería la que me traería de vuelta a casa.
Como ya había hecho varios viajes a Brasil, siempre en motocicleta más uno a dedo, tenía amigos en las ciudades y pueblos que iba pasando. En Río estaba Charles, que tenía un taller y me daba un lugar para dormir. El dinero de la venta de los calentadores se estaba agotando y me empezó a picar el hambre...
Siempre había tenido el sueño de viajar, de conocer lo que había afuera de mi entorno, pero la falta de dinero no me lo permitía. En uno de esos arranques (muy típicos en mí) pensé que sería lo mismo pasar hambre allí que en otro lado. Vi una lata de pintura blanca y unos pinceles, busqué el más fino y pinté en los guardabarros y el tanque de la Indian, "Vuelta al Mundo"en varios idiomas.
Llegó mi amigo Manuel y cuando vio aquellas letras creyó que me estaba volviendo loco... - Eso es un imposible sin plata... dijo.
- ¿No es lo mismo pasar hambre acá que en otros lados e ir conociendo el mundo?... Manuel lo pensó y contestó con otra pregunta... - ¿Me llevas?
Si estás dispuesto a sufrir y no claudicar... dale.
Manuel creía mucho en un clarividente de nombre Wilson que vivía en la cima de una de las montañas que rodean Río y me pidió lo llevara a hablar con él antes de salir hacia Montevideo. Wilson había anunciado la muerte de Kennedy una semana antes del suceso y un día que estaba con Manuel tomando un vaso de agua le dijo que en ese momento su padre había tenido un accidente con el camión que manejaba, pero iba a estar bien. Así fue y Manuel en contra de mis creencias quería ir a visitar a Wilson.
Este, vivía pobremente en una casa de lata, era alto y tenía una papada de pelícano que resaltaba en su oscura piel. Después de abrazarnos y de que Manuel le explicara lo que pensábamos hacer, tomó un vaso de agua y como si lo estuviera leyendo dijo: - Van a pasar hambre, fríos y calores. Podrán tener un accidente y estar envueltos en una guerra... Después tomó un amuleto y se lo puso en el cuello a Manuel...
- Nunca te lo quietes y estarás protegido.
BobbyNutle
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