3) MI VIAJE

Pensábamos ir de Buenos Aires a Mendoza y cruzar la cordillera hacia Chile, cuando una parada en un bar para celebrar el cumpleaños de Manuel, nos cambió el camino. Allí conocimos a dos muchachos que iban a jugar fútbol contratados por un equipo de Bolivia y también a su representante un fanático Cordobés.

- ¿No van a ir a Córdoba?... nos preguntó aquel hombre... - Si no conocen Córdoba no conocen Argentina.

Nos miramos con Manuel, estudiamos el mapa y al otro día estábamos camino a Córdoba. Avanzamos en una ruta asfaltada y con el acelerador abierto aprovechando el buen camino, cuando de golpe y sin aviso cambió de asfalto a arenilla... ahí tuvimos la primera caída que fue bastante aparatosa. Mi pierna derecha había quedado atrapada debajo de la motocicleta que descansaba sobre mi tobillo.

Manuel había salido despedido y no tenía ni un solo rasguño. - Levanta la puta moto!... le pedía desesperado por el dolor. Manuel trataba, pero no podía. La Indian cargada con aquel gran cajón atrás pesaba mucho, optó por sacar todo el equipo que llevábamos en la motocicleta y al estar el cajón vacío logró levantarla.

Así llegamos a Termas de Río Hondo, un pueblo muy peculiar. Ya era de noche y vimos un arco techado en donde abrimos nuestras bolsas para dormir. Cerca había un pozo termal e introduje mi averiado pie en esa agua caliente, lo que me proporcionaba un gran alivio.

Estábamos en medio de la noche y se acercó un perro, que amigablemente se echó a dormir a nuestro lado, como diciendo... yo los acompaño. No había pasado una hora cuando Manuel me despertó, diciendo que aquel perro hablaba. - Por favor Manuel, déjame descansar... los perros no hablan, le decía.

- Pero este sí... repetía Manuel.

Pasó otro tiempo y Manuel me volvió a despertar...

- Este puto perro fala... me decía entre portugués y español. - No jodas Manuel... déjame dormir que mañana tenemos un día largo.

Por la mañana vimos salir a un hombre de un cuarto, que no habíamos notado, y el que seguramente hablaba dormido... esa era la confusión de Manuel. Lo maravilloso fue que mi tobillo estaba bien... el agua termal había funcionado.        

Recorrimos el norte de la República Argentina pasando por la hermosa Córdoba y Tucumán, donde en la ciudad nos atendieron muy bien. Nos presentaron en un programa de televisión y a cambio nos pagaron tres noches de hotel y la comida.

Nos habían anunciado en la televisión y nos sentíamos casi famosos...

- Somos famosos!... me decía Manuel.

Habían cerrado y alumbrado una calle que nos llevaría al escenario del canal y las cámaras nos enfocaban hasta nuestra llegada. Aquello era uno de los logros de viajar lejos, en motocicleta.

Aunque pensamos volver atrás para tomar el camino de Mendoza, miramos los mapas y se nos ocurrió la mala idea de seguir al norte metiéndonos a cruzar Bolivia.

Septiembre 24 de 1964:

De Tucumán, seguimos la ruta 9 al norte en busca de la frontera con Bolivia. Hicimos un alto en Humahuaca, para captar con la imaginación la vida anterior de esos pueblos quebradeños, sus costumbres, sus labores, sus artesanías sus gustos y su cultura. Son para ellos las palabras grabadas en el monumento del Pulcará de Tilcara:

"De entre las cenizas milenarias de un pueblo muerto, exhuman las culturas de nuestros aborígenes, dando eco al silencio".